SOBRE EL AUTOR.

Jesús García Aller

Nació el 30 de julio de 1955, en plenas fiestas del barrio de Pinilla en León. Es el penúltimo de seis hijos que Colomán y Sagrario criaron. Manolo, Andrés, María Teresa y Fernando son los mayores y Gregorio vino después de Jesús. Sin embargo, la señora Sagrario tendría un parto más, de una niña que falleció al poco y del que no conoce si llegó a tener nombre, que llegó justo antes de María Teresa a la que todos llaman Mary.  Andrés y Fernando dejaron este mundo muy temprano para dolor de todos y ya están con sus padres y con la niña.

   Estudió siempre en la educación pública. En el Grupo Escolar Quevedo, junto al río Bernesga la primaria y en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Padre Isla de León, junto a la plaza de toros, el bachiller, tanto el elemental como el superior. Con el C.O.U. recién aprobado y con los dieciocho años recién estrenados se presentó a las oposiciones para el Cuerpo General de Policía, que en aquellos tiempos se conocía como “policía secreta”.

   También tenía los diecinueve años recién estrenados cuando, una vez que aprobó la oposición al primer intento, llegó a Madrid en septiembre de 1974, para realizar el curso preceptivo en la Escuela General de Policía, situada en la Calle Miguel Ángel num.5 que ahora es la sede de la Dirección General de la Policía.

 

Todavía tenía diecinueve años cuando tomó posesión del cargo de Inspector de Policía en San Sebastián el día 1 de junio de 1975. Empezó así su carrera profesional, en la entonces llamada Brigada de Orden Público, patrullando la ciudad en un vehículo de los conocidos popularmente como “Z”, junto a tres miembros de la Policía Armada con su uniforme gris. Entonces puso en duda que hubiera ganado una oposición a la policía secreta. Su carrera profesional discurrirá durante cuarenta y seis años, hasta que el 30 de julio de 2020 le jubilaron como comisario jefe de la Comisaría Local de Telde, en el paraíso de Gran Canaria. Mientras… toda una vida.

   Toda una vida que le dio tiempo para formar una familia con Mariaje, una asturiana a la que llevaba su madre Doña Julia a León a veranear. Le dio también tiempo y oportunidad para traer a este mundo a Fernando Colomán y a Daniel Guzmán con lo que también tenemos aquí ahora a dos bendiciones llamadas Inés y Víctor. El tiempo sigue corriendo.

   Toda una vida que le dio tiempo para seguir estudiando. Las necesidades económicas cubiertas (más o menos) le permitieron aprender cosas que le intrigaban desde siempre. Lo primero fue la electrónica. Que de una caja de plástico saliera música y voces e, incluso, que por ella pudiera hablar con personas situadas a kilómetros, le pareció siempre cosa de brujería. El curso que la Dirección General de la Policía impartía a sus inspectores para desempeñar el puesto de técnico de telecomunicaciones le permitió conocer la electrónica y algunos de sus secretos. Quince meses estudiando a tiempo completo le abrieron las puertas para ser destinado a Las Palmas de Gran Canaria como jefe del servicio de transmisiones y posteriormente para trasladarse a Valladolid.

   Lo segundo fue la psicología. En Valladolid en el servicio de transmisiones se dedicó a compaginar su trabajo con la atención a la familia y los estudios en la UNED de la licenciatura de Psicología. Como no tiene abuela, el autor quiere hacer constar que aprobó la carrera a curso por año. Los que conocen la UNED sabrán de que está hablando. No se permitió repetir ni una sola asignatura, un poco por orgullo y otro poco porque las segundas matrículas eran muy caras.

 Durante varios años evidenció una vida absolutamente esquizofrénica. Era un técnico electrónico con placa y pistola que dedicaba su tiempo libre a la psicología. Con ocasión del ascenso a inspector jefe relegó la electrónica y volvió a labores de investigación en la Brigada de Policía Judicial en Valladolid y siguió con el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León, donde llegó a desempeñar el puesto de presidente de la Comisión Deontológica y, posteriormente, el de vocal/presidente de Valladolid. En el año 2010 tomó posesión del puesto de Psicólogo en los Servicios Médicos de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León de los que era el jefe su gran amigo el Doctor Formoso. La realidad es que llevaba ya veinte años atendiendo a los compañeros que necesitaban terapia psicológica y que le derivaba su gran amigo Formoso que, por desgracia, tampoco está ya entre nosotros. Les atendía en sus horas libres en la consulta oficial del doctor, sin coste alguno para ellos, por supuesto. El año 2013 ascendió a Comisario y fue destinado a Telde, donde pasó los últimos años de vida profesional, ya como la había comenzado allá por el 1974, cuando la policía era su dedicación exclusiva.

 

 

  La dedicación esquizofrénica habría que completarla diciendo que desde que acabó la carrera disfrutó ampliamente de la docencia. Docencia particular ejercitada en una academia que creó él mismo para la preparación de opositores al Cuerpo Nacional de Policía, con la imprescindible colaboración de su compañero y paisano Gaudelio. Academia que ha propiciado que más de trescientos cincuenta miembros de la Policía Nacional lo hayan conseguido con su preparación, lo que le da una satisfacción difícilmente explicable. 

   La docencia con mayúsculas la ejerció en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid donde impartió Psicología Criminal, Sociología y Deontología en el título propio de Criminología. Lo mismo en la Tomás Villanueva de Madrid. La docencia también la ejerció en la propia corporación policial impartiendo innumerables cursos de todo tipo organizados por la División de Formación y Perfeccionamiento, dirigidos a los compañeros en las propias comisarias. Del mismo modo impartió cursos intensivos de un mes de duración a las policías nacionales de Honduras, en dos ocasiones y de Costa Rica en una. 

A todo ello habría que añadir charlas, conferencias y ponencias de todo tipo organizadas por el Colegio de Psicología, por el sindicato policial CEP y por la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses en cuya creación colaboró.

   Todo ello simultaneado con la vida policial que le llevó a San Sebastián, Córdoba, Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), Las Palmas de Gran Canaria, Valladolid, Telde (Las Palmas), desempeñando numerosos cargos diferentes como jefe de transmisiones, jefe de GRUME, del SAF, de UDEV y finalmente, como comisario de la Comisaria Local de Telde, donde como ya se dijo, le jubilaron. Varias felicitaciones públicas, algunas con premio en metálico, una medalla al mérito policial con distintivo blanco y, finalmente, la consideración de Comisario Honorario, le ha quedado de todo ello, a sumar a la inmensa felicidad que, durante los cuarenta y seis años, ha disfrutado por haber podido dedicarse a lo que había soñado allá en León con sus doce o trece años. ¡angelito!

   Desde hace tiempo viene teniendo intención de poner negro sobre blanco algunas de las ideas que habitan en su cabeza. En la revista corporativa del Cuerpo Superior de Policía, Tribuna Policial, núm. 7 de diciembre de 1979 le publicaron el artículo titulado: 

“Aplicación de la parapsicología en investigación policial” que probablemente ahora no suscribiría. En el núm. 15 de la misma revista, de mayo de 1981 le publicaron: “Aprendamos de los camaleones” que volvería a firmar hoy día con mayor seguridad todavía que entonces. La editorial CANOPINA publicó en 2009:”Temario para el examen de personal de control de accesos, Comunidad de Madrid” que se trata de un libro de 117 páginas que contiene el temario del que serían examinados los que deseaban obtener la autorización de la Comunidad de Madrid para ejercer como controladores de accesos (porteros de discoteca básicamente). Como puede apreciarse la editorial CANOPINA confía en este autor y en otro momento se podrá explicar el porqué. Muchas de las conferencias y ponencias también fueron incluidas en publicaciones propiedad de la organización de cada evento que no viene al caso enumerar.

   Cuando se va a mucha velocidad no se puede frenar en seco, la inercia siempre te empuja, por lo que creo que es de entender que tanta actividad, truncada por la jubilación no deseada, haya continuado. Ahora en forma de novelas en las que se vierte parte de esa vida policial, con la única intención de que se exprese la realidad vista desde la perspectiva de un policía vocacional que tiene el servicio publico y la justicia como única guía de vida. Se trata de expresar los problemas de todo tipo que la investigación policial se encuentra y cómo personas muy normales se involucran en asuntos no tan normales.

   Hay ya cinco novelas escritas y una sexta en proceso donde se mantiene el mismo equipo policial. Un inspector jefe, Colo, una inspectora, Patricia, y dos policías, Pelocuete y el Broncas, que ayudados por otros muchos compañeros de la comisaría de Valladolid y por un psicólogo especialista en psicología criminal, Jaime, pareja de Patricia, desentrañan diversos homicidios y asuntos varios. Algunos de los homicidios son reales, ampliamente cubiertos por la prensa local y otros son inventados. La primera novela publicada, Los perros de la vida, ni amor de putas ni amistad de policías, trata de expresar la vida muy normal y, alguna veces muy aburrida, que los policías tienen habitualmente en contraste con algunos asuntos extraordinarios con los que tienen que lidiar. ¿Qué pasa por la cabeza de un policía cuando tiene que actuar contra un amigo o familiar?

   El segundo que ya ha visto la luz es La moral del dilema, ¿los dilemas son cosa de panolis? Como su titulo ya adelanta, plantea algunos dilemas que diferentes profesiones pueden poner ante las personas con las que intervienen. Aquí el psicólogo, pareja de la inspectora, adquiere relevancia, aunque no faltan crímenes e investigaciones policiales, aderezado todo ello con la rutina vital de unas personas muy normales que no dejan de ser  todos los implicados.

   Si la editorial no se cansa, seguirán: JUDIGSA, ¿la gente buena se vuelve mala cuando sufre?, El creador de nuevas vidas y Las cruzadas del siglo XXI, pero todo ello a su debido tiempo.

 

 

 

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